Habu gä ´yo hu, ga ña hu mä hñäki.
“Donde vayamos, hablemos siempre nuestra lengua”.
Lengua hñahñu
En México más de 7 millones 382 mil 785 personas hablan alguna lengua indígena, es decir, 1 de cada 10 mexicanos es indígena. La Secretaría de Cultura señala que existen 69 lenguas nacionales: 68 indígenas y el español, dicho de otra manera, somos de los 10 países con más diversidad en lenguas.
En la CDMX viven poco más de 700 mil indígenas, según el INEGI, más de 122 mil personas de cinco años o más hablan alguna lengua originaria y la mayoría de ellos se encuentran en los estados de Puebla, Hidalgo, Guerrero y Oaxaca. Por otro lado alrededor de 4 millones de niños y adolescentes indígenas se encuentran en edad escolar; si bien es cierto que las escuelas indígenas fueron creadas para atender la gran diversidad étnica, lingüística y cultural del país, también es una realidad la baja matrícula que existe a nivel básico.
Al inicio del ciclo escolar 2017-2018 el Sistema de Educación Nacional (SEN) matriculó a 36.5 millones de niños y jóvenes en más de 255,000 escuelas o planteles, convirtiéndose así en uno de los sistemas educativos más grandes del mundo y el tercero más grande en América. Pero, ¿qué sucede con la inclusión de los pueblos indígenas en la educación?
Grupo de artesanos Wäda
Comunidad indígena otomí. Cardonal, Hgo.
La población indígena tiene una tasa mayor de analfabetismo (19.2%) que el promedio nacional (6.3%), destacando a su vez que el nivel de escolaridad promedio es educación primaria. Por su parte, las evaluaciones realizadas por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) arrojaron que el aprendizaje de los niños que asisten a escuelas indígenas se encuentran por debajo de los que asisten a otro tipo de escuela.
El servicio indígena para educación preescolar y primaria se localiza principalmente en localidades rurales con poblaciones mayores a 250 habitantes y con alta o muy alta marginación. Como mencionamos anteriormente, existe una baja matrícula de alumnos en nivel preescolar, primaria y secundaria: 3.2%, 0.7% y 0.7% respectivamente.
Cabe señalar que las escuelas indígenas fueron creadas para atender la diversidad étnica, lingüística y cultural del país, mismas que se pueden localizar en comunidades monolingües o bilingües, cubriendo principalmente los niveles básicos de educación. Este servicio funciona como seguidor y vigilante de los temas que se imparten, desde que el contenido sea indicado y pertinente en el ámbito cultural de sus comunidades hasta que los docentes hablen la misma lengua. Sin embargo, ¿cuáles son algunos de los obstáculos a los que se enfrentan los niños indígenas en materia educativa?
Partiendo de la premisa anterior, el INEE y la UNICEF declaran que 1 de cada 10 escuelas no cuenta con docentes que hablen la lengua materna de la comunidad. De igual manera, este tipo de servicio educacional se imparte solamente en comunidades reconocidas como indígenas, dejando de lado la oportunidad de seguir estudiando a todos aquellos niños migrantes que se han establecido en localidades distintas a la de su origen.
Por su parte, el investigador Juan Briseño Guerrero, quien es asesor científico del Movimiento Nacional por la Diversidad Cultural de México y que trabaja en estudios indígenas desde hace 36 años, señala que el racismo empieza desde las aulas, donde hablar una lengua indígena en México es considerado un atraso para el desarrollo de la nación y señala, aún existen municipios que consideran se debe dejar de hablar estas lenguas.
Sabemos que el trabajo del docente dentro de las aulas es un facilitador del aprendizaje, pero a pesar de que existen libros de texto y materiales didácticos, cuyo supuesto objetivo es favorecer la enseñanza de la lengua originaria, el desinterés predomina. La deserción por parte de estudiantes indígenas es más alta en Puebla, Chiapas y Yucatán donde las características y política educativa se limita a los regímenes municipales.
Asimismo, dichas deserciones ocurren con mayor frecuencia durante segundo de secundaria, ya sea por su condición económica o la de su comunidad, situaciones de vulnerabilidad, carencias sociales o por ingresos.
Y tú, ¿cuál crees que es el siguiente paso en educación para apoyar a los pueblos indígenas?
En dínamo pensamos que, más que un tema de inclusión, la diversidad cultural y el trabajo colectivo enriquecen, benefician y aportan a la comunicación y al desarrollo del tejido social con ideas más amplias y complementarias que transforman nuestro día a día.