El cambio en términos tecnológicos es muy acelerado y como empresas, ¿es posible reestructurarse al ritmo de la tecnología?, por otro lado, ¿cómo sé si mi estrategia digital está funcionando?, ¿cómo atiendo una estrategia digital sin perderme en el intento?, en las siguientes líneas doy una alternativa a estas interrogantes.
La cantidad de información alrededor del mundo digital es abrumadora, a la par que es relativamente sencillo encontrar información actualizada como guía de por dónde marcar el rumbo de nuestras estrategias digitales. La realidad es que es común que se atiendan estrategias de comunicación con sesgos que pueden ser socioculturales, generacionales, intelectuales, ideológicos, etc. Incluso para los equipos más preparados, estar al día de todo y además integrar las nuevas tendencias a la estrategia y/o la tecnología adecuada en el momento indicado es un reto titánico.
Veamos un acercamiento: Inteligencia Artificial, el metaverso, la experiencia de usuario, que los videos indexan mejor en los algoritmos, el trabajo con influencers, el análisis de datos para la toma de decisiones, pauta en Google y Meta como lo más importante, pero también TikTok y LinkedIn, Pinterest, etc., no nos olvidemos de la relevancia de los Marketplaces, email marketing, el SEO de mi plataforma web, también Google My Business y el apoyo de herramientas como Semrush, Hootsuite, CRMs, ERPs, Data Studio, etc., y dudas cómo: ¿mi equipo está capacitado?, ¿mi empresa tiene espacio en este mundo?, ¿cuál es mi valor agregado? Agencias improvisadas queriendo resolver, como receta de cocina y un factor clave, qué presupuesto tenemos para la estrategia.
¿Cómo no perder el rumbo?
Seguro hay muchos caminos, tantas variables, pero acá les cuento lo que en mi experiencia hace sentido, primero no querer hacer todo y menos de manera reactiva. He escuchado clientes que dicen: ¡quiero una app urgente!, y a la pregunta de por qué, responden: “porque mi competencia ya la tiene”. Una respuesta así, es un síntoma de dar un paso atrás, observar, en medida de lo posible, el panorama completo.
Teniendo en cuenta el contexto general, hagamos un esfuerzo por centrarnos en lo que realmente importa. En mi contexto, es fundamental partir de ser genuinos con nuestros productos o servicios, así mismo ser críticos y nada condescendientes, confrontarnos para atender áreas de oportunidad y observar que a la par que implemento una estrategia de comunicación hay que atender mejoras en producto, servicio, etc.
Antes de empezar, es importante hacer un inventario de mis recursos humanos, tecnológicos y económicos. La idea es hacer más con menos y solucionar de la mejor forma posible con los recursos que tengo, ejemplo:
- Un diseñador gráfico
- Un comunicólogo
- Dos ejecutivos de atención al cliente
- Tienda en línea
- CRM
- Dos puntos de venta
- Google Analytics
- Página de Facebook
- Presupuesto $
Al tener presente las herramientas que tenemos, será más sencillo ver el proyecto de manera global, de esta forma definamos un objetivo, en lo particular el acrónimo SMART es una excelente guía. Este objetivo será nuestro norte y nos permitirá identificar qué de todo lo que existe tiene sentido para mi empresa. SMART significa lo siguiente:
- Específico (Specific)
- Medible (Measurable)
- Alcanzable (Achievable)
- Realista (Realistic)
- De duración limitada (Time-bound)
¡Tenemos un objetivo!, ahora definamos prioridades, ¿qué debo atender primero?
Generación de leads, engagement, corregir mi sitio web, mejorar las valoraciones de clientes, mejorar mi producto/servicio, etc.
En mi experiencia, observar panoramas completos en primera instancia, para en segunda instancia atender a nivel detalle me ha permitido conseguir los objetivos. Recordemos que todo lo que hagamos se debe poder medir para que se pueda mejorar.
Hagamos un plan de trabajo, donde involucramos a distintas áreas y a cada tarea le ponemos un responsable, una fecha, un entregable y agendamos las revisiones que nos permitirán dar un seguimiento puntual.
Nota: Establecer un mínimo de tareas completadas con éxito nos ayuda a tener un radar que nos exige como equipo mantener el foco, por ejemplo, el mínimo a cumplir en tiempo y forma de todas las tareas del plan de trabajo es del 80%.
Importante tener en cuenta que las mejores estrategias se construyen en una relación entre tiempo y constancia, tener un objetivo SMART nos permite crear un círculo virtuoso donde entramos en una dinámica de constante mejora.